Las tuberías para el transporte de agua a presión pueden sufrir diferentes tipos de daños y defectos debido a causas diversas ocurridas en toda la cadena de valor del producto; desde la producción industrial del tubo hasta su instalación y el final de su vida útil. Desde los defectos microestructurales como pueden ser diminutos agujeros por aire o una mala gelificación en el proceso de fabricación, pasando por un embalaje inadecuado y una carga mal asegurada en el transporte, la instalación y las malas prácticas de manipulación, hasta su uso en redes que no son de presión, etc. En este artículo nos vamos a centrar en los daños causados por impactos, que suceden a menudo en la manipulación del producto y en su transporte a las obras donde son finalmente instalados, hecho que puede implicar un colapso que puede llegar a provocar otra serie de problemas.
Cada vez hay más especialistas y personal del sector que confirma que las tuberías de PVC-O son la nueva generación de tuberías, un producto que mantiene las ventajas y elimina las debilidades del tradicional PVC-U, considerado como la solución más eficiente para el trasnporte de agua hoy en día. Mecánicamente hablando, una de las debilidades de los materiales de las tuberías es la resistencia a impacto. Hecho como la caída de una roca que impacte en una tubería que se encuentra en una zanja o una manipulación errónea en la descarga de las mimas, dependiendo de la distancia de caida y del material, puede causar una rotura o una grieta en la protección de la tubería que permitirá la posterior oxidación de la misma. Una pequeña dislocación estructural también puede aumentar y conllevar posibles fallos en el futuro.
Las roturas en el PVC-O debido a la caída de pesos es practicamente imposibles que se den ya que la naturaleza de este material hace que la resistencia al impacto sea una de sus mejores características. De acuerdo con su comportamiento dúctil, elasticidad y absorción de impacto demostrada, reflejada primero en los requisitos de prueba más altos y, posteriormente, en sus probadas instalaciones en campo. Teniendo esto en cuenta, una tubería de PVC-O es garantía de durabilidad. Incluso en situaciones de bajas temperaturas, cuando otros materiales pueden mostrar mayor fragilidad, las tuberías de PVC-O siguen cumpliendo con los requisitos de resistencia a impacto.
Aunque no haya una ruptura visible o una grieta profunda y ésta esté solamente en la superficie, cargas futuras aplicadas a la tubería pueden causar una propagación de la grieta colapsando finalmente la tubería. Las tuberías de PVC-O, debido a su estructura laminar, no permiten la propagación de grietas entre las distintas capas como sucede en otros materiales. Esta es una de las causas más comunes de fallos de impacto que queda resuleto con tuberías de PVC-O.
Los arañazos en la superficie no se pueden evitar siempre; suelen producirse durante el transporte y en la instalación en obra. El PVC-O es un producto no degradable con una estructura en capas lo suficientemente consistente como para no necesitar un recubrimiento resistente a la corrosión. La asombrosa resistencia química del PVC-O, con la misma calidad que el PVC-U convencional según su composición química, puede ser instalado en todo tipo de suelos erosionables y no sufrir ningún tipo de corrosión aunque se produzca alguna grieta.
Las tuberías de PVC-O son capaces de resistir impactos y las complicaciones que se puedan derivar de éstos, sin comprometer su esperanza de vida convirtiéndose en una apuesta segura para los gestores de recursos hídricos.